sábado, 17 de octubre de 2009

Cézanne: Del impresionismo al cubismo

Paul Cézanne (19 de enero de 183922 de octubre de 1906), pintor francés postimpresionista, considerado el padre del arte moderno, cuya obra estableció las bases de la transición entre la concepción artística decimonónica hacia el mundo artístico del siglo XX, nuevo y radicalmente diferente. Sin embargo, mientras vivió, Cézanne fue un pintor ignorado que trabajó en medio de un gran aislamiento. Desconfiaba de los críticos, tenía pocos amigos y, hasta 1895, expuso sólo de forma ocasional. Fue un «pintor de pintores»,[1] que la crítica y el público ignoraban, siendo apreciado sólo por algunos impresionistas y, al final de su vida, por la nueva generación (los nabis o la escuela de Pont-Aven).
La montaña Sainte-Victoire, 1905

Un cofactor para la aparición del cubismo que insinuó Cézanne fue Picasso, Braque, Gleizes, Juan Gris e Isidro Nonell y hasta algún "colado" temporal como Salvador Dalí.

A Cézanne se le conoce su vector primero al teorizar sobre la idea de hacer proyectar en la naturaleza y en todo orden, la materialización de las figuras geométricas tales como el triángulo, la esfera y el cubo, en aras de un todo coherente y armonioso, cosa que ya había planteado Leonardo, pero de forma oculta y subliminal, a base del triángulo áureo archiconocido.

Pero ya en el maestro francés adquieren esas figuras connotaciones definitorias para una escuela, el cubismo, como más tarde fue bautizada. Luego ese cubismo, de acuerdo a características propias de la auténtica búsqueda, hubo que clasificarse y diferenciarse entre cubismo ortodoxo y cubismo analítico, obviamente cubismo recuerda a "cubo".

Picasso, mucho tiempo después, quitó importancia a sus años adheridos a dicho movimiento, lo que resulta incomprensible luego de tantas obras maestras creadas con este estilo.

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