sábado, 31 de julio de 2010

Los abstractos americanos: Jackson Pollock


Jackson Pollock (28 de enero de 1912 - 11 de agosto de 1956) fue un influyente artista estadounidense y un referente en el movimiento del expresionismo abstracto. Considerado uno de los pintores más importantes de los Estados Unidos en el siglo XX.

Quien más o menos que haya viajado a los Estados Unidos no se ha hecho una escapada, al visitar Nueva York, al muy conocido Museo de Arte Moderno (MOMA), que alberga y expone lo más granado del arte moderno y contemporáneo. Y quienes de aquellos que lo visitaron pueden olvidar o haber sido indiferentes (de todo hay en la viña...) a la monumental exposición de obras de Jackson Pollock. De él se pueden decir muchas cosas que ya se han dicho y repetido, pero es en la intimidad de cada visitante que se opera, sea cual sea su nivel, una transformación, un sinceramiento fuera de toda especulación dialéctica o racionalista.

Esos salpicados de pintura tal cuales salen del instrumento, sea pincel, brocha, etcétera, están como "lanzados" por su guía como un estado de trance feliz. Seguros en su arrebatamiento se condensan así en pequeño microcosmos que llegan a formar parte de un todo amalgamado. (¿Acaso el universo que decimos conocer no es eso?) Y de la maraña de entretejidos hilos de pintura adquirida en ferreterías comunes, se forman de la mano genial de su autor, cosmogonías, universos y vías lácteas. Como condición propuesta por el artista para hacernos olvidar todo lo que "sabemos" sobre arte y que no nos sirvió de nada. Es como si Pollock propusiese fervientemente al espectador el "darse cuenta" por fín qué es o qué puede ser aquello que llaman arte. Cosa y objeto de arte en este caso que no sirve para cubrir paredes sólamente.

Pollock no fue, como lo pudiera parecer hoy, el mimado de la crítica oficial de aquella época. Incluso fue mal visto en la sociedad artística. Parece que su relación con una mujer mayor que él y mejor introducida en la sociedad neoyorquina lo salvó de un total ostracismo. Hay que tener en cuenta que Pollock se presentaba en cócteles y vernissages de lujo con blue jeans y con sus tragos dando la nota. Al fín pudo pulir su obra al desprenderse de la tiránica dependencia de Picasso a quien admiraba. Su hegemonía en la historia del verdadero arte es avasallante y es considerado como un líder supremo del abstracto informalista. Aunque el término informalista fuese bautizado muchos años más tarde.

sábado, 24 de julio de 2010

Bram Van Velde: Tránsito y transición

Este pintor holandés nació en Zoetewonde en 1895 y murió en Grimaud, en 1981. Se inició en el expresionismo alemán, evolucinó en París hacia el fauvismo, y más tarde, por influencia del cubismo, realizó obras progresivamente más abstractas con gran originalidad.
Tratar sobre lo que en realidad fue la continuación inmediata al abstraccionismo puro europeo sin mencionar a Van Velde es una ligereza propia de los historiadores de arte adocenados.
Van Velde exige del espectador su atención hacia una especie de memoria secuencial de las formas en su gestación, iniciando así una rémora de protomensaje adherido al subconsciente humano que se recicla en el devenir cultural de todos los tiempos en una u otra forma. En este caso las formas son delimitadas pero sin impedir que de ellas surja la sensación de una movilidad graciosa, preñadas a veces de tintes claros, pálidos, recortándose en los bordes con delicadas líneas oscuras, otras veces con entretejidos soportes en las composiciones, que se aprecian sobretodo en sus últimas producciones, de gran tamaño. La tónica general de esas pinturas aparentan gestarse sobre una tenue ingravidez silenciosa; el empaste parece grueso pero no lo es, la repetición existe pero no a la manera de un Wilfredo Lam sino que se manifiesta así porque realiza un esfuerzo de expresar en la totalidad la parcialidad y viceversa, con lo que su obra es consecuente pero no recurrente.
En definitiva Van Velde es el nexo histórico ineludible entre la etapa final de los abstractos y un acercamiento a la nueva figuración de los setenta.

domingo, 18 de julio de 2010

Jean Degottex histórico


Jean Degottex,
nacido Sathonay Campo en 1918 y murió en París en 1988, es un pintor francés.
Se considera un gran artista de la abstracción de la segunda mitad del siglo XX, sobre todo por su participación en el movimiento de la abstracción lírica.

Por el hecho de que Jean Degottex utiliza casi siempre blancos y negros como medio expresivo, no lo incluyo entre los pintores típicos de esta línea, que trataremos próximamente.
El devenir de su lenguaje lo emparenta más bien con los de la "action painting" norteamericano por su delectación en recursos que recrean en el vértigo la dinámica pura y el gesto amplio. Aún así, Degottex es a mi entender un típico pintor de la escuela europea de la década del sesenta. Riguroso en el logro formal de la obra y convincente en el mensaje dialéctico por simple interacción entre causa y efecto.
Degottex no obstruye y estruja la energía con trazos cortos, todo lo libera para dejarla a merced de una elipse continua y serpenteante, en definitiva un abstracto histórico de talla, que no se movió del lugar que supo ocupar, libre de las modas y esclavo de una responsabilidad artística.

sábado, 3 de julio de 2010

Zao Wou-Ki: Oriente en Occidente

Zao Wou-Ki (chino: 赵无极/趙無極, p:Zhào Wújí), nacido en Pekín el 13 de febrero de 1921, es un pintor francochino.

Se puede decir que el arte de Zao Wou-Ki es algo así como el néctar del arte oriental diluído en el devenir de lo occidental. Un arte exquisito, sensible al gesto amplio sobre espacios de dimensiones profundas y serenas. Sin traicionar ninguna de las dos culturas, hábilmente inserta conceptos paisajísticos tan caros a la tradición de su país; al respecto Wou-ki juega con el tema del vacío-lleno y el lleno-vacío, tan apreciado y sublimado por la cultura Zen.

Nada deja en suspenso el artista, todo lo imbrica dentro de una única "sustancia" con positiva sin altos y bajos ni derecha o izquierda. En el todo se funde el detalle, lo gestual interesa en la medida de no interrumpir el "correlato" general de la obra. Radicado en París, se lo puede insertar a Wou-ki dentro de los pintores abstractos franceses, sobretodo por su contemporaneidad, y en el ambiente bien definido y sin tibiezas típicas de los valores de los años sesenta, momento aquel en que la ciudad luz todavía se conservaba como el epicentro clásico de toda manifestación válida (primero) y novedosa (después), nunca transpolando los valores como se ha hecho costumbre en la actualidad, que promueve lo novedoso en primer lugar para poco a poco incapacitar al espectador de la mínima exigencia para una valoración apropiada de una obra, que dentro de la excesiva promulgación de ofertas, las galerías procuran canjear cantidad por calidad, rebuscamiento en lugar de originalidad.

sábado, 15 de mayo de 2010

Georges Mathieu: La impronta tachista y algo más

Georges Mathieu (Boulogne-sur-Mer, Francia, 27 de enero de 1921) es un pintor y publicista francés.

Hablar de Mathieu a estas alturas puede parecer a muchos anacrónico, al menos para quienes tienen algunos años a cuestas... Para otros (ni noticias). No nos olvidemos que estamos abordando la historia del arte moderno; más adelante ocurrirá lo mismo pero por desconocimiento de los movimientos actualísimos, y entonces también (ni noticias)...

¿Qué representó Mathieu en su momento? Me cuesta tal vez ser imparcial, la otra historia (la del arte) ya le otorgó serios títulos honoríficos, sobretodo en Francia donde fue condecorado con la orden del mérito ilustre. Digamos que Mathieu era monárquico y fue reconocido por gobiernos de toda orientación política. Para mí, personalmente, representó mi primer grito de libertad en arte, mi primera real percepción de tierra después de tanto mar de academicismo, inercia ineludible de todos los primeros pasos.

Por ese entonces contaba yo con 15 ó 16 años cuando Mathieu visitó la Argentina, mi país de origen. Estudiaba como alumno regular en la Escuela de Bellas Artes "Manuel Belgrano" de Buenos Aires... y ¡Toma! Mathieu fue invitado a realizar una obra de grandes dimensiones en el enorme patio de la academia. Todos mis amigos de estudio estaban como fuera de sí, frotándose las manos pensando en ese gran día... Resumiendo, cuando llegó el día de la exhibición (me sonrío a propósito de los happenings actuales tan pretenciosos) cada alumno había mentalmente tomado ubicación para observar la ejecutoria desde un promisorio lugar. Unos prefirieron ser salpicados con los brochazos del artista en su pelea por la primera fila... y sentados en el suelo observando con estupor cómo el artista exprimía sin piedad sobre el lienzo preciosos tubos de óleo de la más alta calidad que luego Mathieu regalaba, cuando aún no había comenzado el show, un compañero me golpeó la espalda diciéndome: "Reina, qué haces aquí parado? Vente, hemos descubierto un lugar en la azotea y tenemos prismáticos" Me fui como por encanto y sin chistar al palco ó gallinero improvisado, pudiendo asistir a lo que para mí fue un día inolvidable... Una formidable demostración improvisada. Me sentí algo deprimido pensando que, después de todo, había que volver al siguiente día a las penosas clases de escultura y a las peores de composición plástica, estudiando a Ben Nicholson ó algún otro ilustre... Debo decir que estoy agradecido a mi país que siempre (es su característica, se apunta a todas y no sólo en lo deportivo) me ha permitido tener este tipo de experiencias.

Mathieu, adherido a la pura libertad del gesto, introdujo el Tachismo con esencia incontaminada. Lamentablemente, visitando Francia en años posteriores, me entristeció mucho ver algunas pinturas de Mathieu que no eran ni el más pálido reflejo de lo que yo ví en los años sesenta. Hoy por hoy, queda el testimonio de la fría fotografía y los libros de arte.

sábado, 1 de mayo de 2010

Pierre Soulages: el otro nocturno

Pierre Soulages, nacido en Rodez (Aveyron) el 24 de diciembre de 1919) es un pintor, grabador y escultor francés, representante del tachismo.

En Francia y con el renuevo artístico que generó el arte abstracto hacia los años 60, Soulages atacó el excesivo afrancesamiento de los pintores de su país, otorgando a la síntesis expresiva base para excelentes claroscuros con misterio y sin la excesiva visión superficial tipo "joie de vivre" (alegría de vivir) tan típico del país galo (círculo vicioso que también, en otro estilo, combatió Rouault) sin haberse refugiado en ningún ismo en particular. Su arte fue una especie de isla paradisíaca para quienes lo artístico es un artilugio eficaz ante la cruda realidad existencial. Soulages se sincera a sí mismo en la negación de la apariencia en la que todo arte crece.

La expresión, cuando profundiza en lo interior real, adquiere soler y categoría. Por aquel entonces Francia ejercía un dominio tal en la cultura, que todo lo que no fuese frances, despedía un tufillo sospechoso. Sin embargo, la pintura de Soulages no necesitó de ningún soporte exterior para justificarse, como se necesita hoy para llamar la atención de los medios. En definitiva, sus "nocturnos" resuman eternidad sin perfiles modernistas o camelos vanguardistas.

Si yo pudiese dedicar a la pintura de Pierre Soulages mis elogios de forma poética, lo haría sin duda echando mano a los "Himnos a la noche" de Novalis.

sábado, 3 de abril de 2010

Dos puros: Rothko y Jenkins

Marcus Rothkowitz (25 de septiembre, 190325 de febrero, 1970) mejor conocido como Mark Rothko (en letón: Marks Rotko) fue un pintor y grabador nacido en Letonia, que vivió la mayor parte de su vida en los Estados Unidos.

Rothko es el exponente más clásico de lo que llamamos "abstractos puros", haciendo clara distinción de lo que es un auténtico artista en solitario, dueño de voces interiores a qué responder. Sólo un maestro en su inimitable estilo deja huella a otro. Su influencia fue y es enorme; quedará como los grandes de este siglo. Su obra, puesta a prueba por el paso del tiempo, es de contextura insobornable por su pureza y racionalidad. El equilibrio entre lo estático y lo dinámico está introducido de tal modo en el cuadro que produce una total y única gravitación al unísono.



Paul Jenkins nació en 1923 en Kansas City, Missouri. Adherido a una estética de transparencias que repiten ondulaciones, sinuosidades que desembocan en yuxtaposiciones de tintas planas y sedosas. Con técnica lavada y precisa, Jenkins es uno de los últimos exponentes de una pintura que se deleita a sí misma como en un espejo, donde la musicalidad y el color distribuyen magmas uniformes de gran belleza. Jenkins es uno de los exponentes más sobresalientes de los Estados Unidos, con gran repercusión internacional.