sábado, 31 de octubre de 2009

Póngase pilas: Surrealismo y Dadaísmo

El Surrealismo (en francés: surréalisme; sur [sobre, por encima] más réalisme [realismo]) o superrealismo es un movimiento artístico y literario surgido en Francia a partir del dadaísmo, en la década de los años 1920, en torno a la personalidad del poeta André Breton. Buscaba descubrir una verdad, con escrituras automáticas, sin correcciones racionales, utilizando imágenes para expresar sus emociones, pero que nunca seguían un razonamiento lógico. (Tomado de la Wikipedia)

En toda la historia del arte no existió movimiento más revolucionario que el surrealismo. Ni su propia identificación no nos permite referenciar a nada específico, por ejemplo como el de no saber si sus primeras dos letras se refieren a sustrato, subalterno, subterráneo o quién sabe qué.
Aparecido en pleno auge del Freudismo y tronchador conspicuo del subconsciente como motor principal de la actividad humana, aún así su principal mentor André Breton no dudó en simpatizar con el leninismo y hasta con el bolcheviquismo, "coupe de foudre" al cuerpo de la burguesía estatificada en lo conocido mediocre por no intentar sobrevivir en la turbulencia de la creación, base inamovible del arte como manifestación en que todo lo espiritual es móvil y eterno a la vez, pero nunca estático.

André Breton (Tinchebray, 19 de febrero de 1896 - París, 28 de septiembre de 1966), fue un poeta y crítico francés, lider del movimiento surrealista.

Breton en un arranque de "despotismo ilustrado" echó a Dalí del movimiento por considerarlo un producto comercial, bautizándolo como "Don Avidadollars", no digno de pertenecer a la "creme auténtica" del "nonsense", osea se advierte en Breton un reproche a la supuesta infidelidad en la que incurría Dalí al no prestarse al ejercicio de un auténtico automatismo psíquico (o auténtico surrealismo). Siendo todo esto muy resumido, se ha de hacer notar que ahí no terminaba la cosa, puesto que faltaba el último coletazo del movimiento, que fue llamado "Dadaísmo". Su apelativo proviene de los primeros balbuceos que emiten los bebés cuando empiezan a comunicar ideas (dada...dada...) aunque muchos lo coloquen como el primer gesto del movimiento surrealista.

En esta postrera vuelta de tuerca las cosas se llevan al límite de lo soportable para la soberana razón, y en virtud de una arrogante simbiosis, el Dadaísmo concede menos crédito a la historicidad de la existencia humana que a la expansión del instante, lo que ahora haga como artista vale como toda la histórica experiencia humana, porque nada garantiza nada y todo es posible en el instante. La inmediatez de la idea repentina es apenas mediatizada en el acto de pintar (o escribir un poema). Su traslación es casi un impedimento para su pureza.

Fueron sus principales mentores los escritores Breton, Tristán Tzara, el conde de Lautreamont, Alfred Jarry, Apollinaire, Paul Eluard, Benjamín Peret y Federico García Lorca. También son considerados dentro del movimiento los poetas Mallarmé, Baudelaire y Rimbaud. Además del enigmático Edgar Allan Poe, quien consideraba al arte y a los artistas productos de una ecuación matemática cósmica. Dipsómano empedernido al igual de Dylan Thomas, ambos padecieron de delirium tremens.

Los pintores considerados surrealistas son Dalí, Miró, Masson, Klee, Max Ernst, Picabia, Tanguy, Dechirico, Magritte, Domínguez y algunos otros como Delvaux y de otros tiempos, el argentino Xul Solar admirado por el escritor Borges, y el genial Heronimus Bosch.

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